Lengua

Materiales de Lengua y Literatura

Relato Literario premiado en la clase de 1º de ESO en los Premios Coral del curso 2013-14.
TITULO: LA PEQUEÑA NIÑA PERDIDA.
AUTORA: Natalia Ocaña Tevas.

Érase una vez una familia de cuatro miembros, el padre, la madre, un niño llamado Jaime de doce años y una niña pequeña llamada Triana de tres años y medio.

Todas las mañanas, el padre los llevaba al colegio como hace cualquier familia, ya que eran una familia  muy normal.

Jaime ya era mayorcito y tenía otro tipo de juegos, pero Triana que era pequeñita, le gustaba jugar con sus compañeras a los papás y a las mamás.

A la hora de salir del cole , era su papá el que los recogía y los llevaba a casa, donde ya estaba su madre esperando , con la comida preparada para sentarse a la mesa . Era un momento en el que les gustaba estar juntos, porque compartían todo lo que les había sucedido en el colegio, lo que habían hecho en clase, los deberes que les habían mandado…

Cuando estaban comiendo el postre, Jaime preguntó a sus padres si podía salir a las cinco al parque que hay cerca de casa para jugar un rato con sus amigos al futbol. El padre aceptó,
 pero Triana que es pequeñita se empeñó en irse con el hermano, pero el papá no le dejó.

Cuando Triana vió que su hermano se iba, esperó un poquito y salió detrás de él, sin que éste se diera cuenta.

Cuando había pasado un rato que Jaime se había ido, la madre fue en busca de Triana, para darle la merienda. Empezó a llamarla y la niña no contestaba. La madre empezó a agobiarse y llamó a  su marido, que estaba trabajando, para contarle lo que estaba  sucediendo. Él no podía creer que la niña no estuviese  por ningún sitio, por lo que decidió ir a casa inmediatamente. Cuando llegó su esposa era un mar de lágrimas. Él algo más tranquilo llamó a su hijo para ver dónde se había quedado la niña cuando él se fue y el chico contestó que estaba en su habitación acostada en su camita con su muñeca preferida. Subieron a la habitación y la muñeca estaba allí , pero de Triana no había ni rastro.
   
Salieron a la calle y estuvieron preguntando a los vecinos, pero nadie la  había visto por lo que se fueron de inmediato a la policía. En  principio le dijeron que era demasiado pronto, pero al ver la angustia de los padres y que la niña era muy pequeña, empezaron a poner carteles y a buscarla por el pueblo y alrededores.

Pasaron dos meses y la niña aún no había aparecido, por lo que los padres estaban destrozados y el hermano pobrecito  se echaba la culpa, porque decía que si se la hubiera llevado, nunca habría desaparecido.

Pasaron algunos meses más y no perdían la esperanza, pero había momentos en los que pensaban que la habían perdido para siempre.

Una mañana soleada de primavera, alguien llamó temprano por teléfono. Fue el padre quien contestó desde la cama y solo decía , pero está bien, donde ha sido, le ocurre algo….

Su esposa se echó a llorar , porque con lo que había oído , pensaba que a su pequeña le había ocurrido lo peor, pero el padre empezó a llorar también a reir, a saltar y ella miraba con cara extrañada, porque no sabía qué estaba ocurriendo.

Sin apenas salirle las palabras, sólo pudo pronunciar, ha aparecido, está bien….

Los dos se echaron a llorar, porque la emoción les inundaba y llamaron a su hijo que aún estaba durmiendo. Al contárselo , lloraba como un bebé , pero estaba muy contento, su hermana había aparecido sana y salva. Él se sentía culpable y por fin ahora podría dormir tranquilo, sabiendo que su hermanita estaba durmiendo en la habitación de al lado.

Fueron a recogerla y solo el verla hizo que se les olvidara un poquito los meses tan malos que habían pasado por sus vidas.

La policía les dijo que la habían encontrado a kilómetros de allí, pero que los carteles que habían colocado y la rápida actuación de la policía, les hizo encontrarla, ya que una persona les llamó diciendo que habían visto a la niña y al comprobar que efectivamente era ella , procedieron a la detención.

No querían dinero , sólo querían una niña , porque ellos no podían tener hijos y pensaron que ésa era la solución, pero no pensaron en el daño que les estaban haciendo a otra familia